Hope y William Gagnon habían planeado sus vacaciones en Cancún con mucha anticipación. Venían desde Detroit, esperanzados de pasar unos días de ensueño en las playas mexicanas, lejos del trabajo y las preocupaciones. Lo que no esperaban es que este viaje cambiaría sus finanzas y su visión de los clubes vacacionales para siempre.
La pareja, como muchos otros, se encontró abordada en el aeropuerto por un vendedor que les prometía una oferta inigualable. Solo debían asistir a una presentación en el resort Secrets The Vine, uno de los hoteles más lujosos de la zona, y a cambio, recibirían boletos para una excursión con descuento a unas ruinas mayas. Lo que parecía un trato sencillo y prometedor, pronto los envolvió en una experiencia mucho más complicada y costosa.
Después de 21 horas de presentaciones cuidadosamente diseñadas, los Gagnon firmaron un contrato con Unlimited Vacation Club (UVC), pagando $27,000 USD para asegurar su membresía. Les prometieron estancias sin costo o con grandes descuentos en una red de resorts de lujo, donde podrían disfrutar de habitaciones opulentas, bares en la piscina y servicios de conserje. Pero, como descubrieron después de firmar, el contrato estaba lleno de restricciones. Fechas bloqueadas, tarifas ocultas, y cargos adicionales para ascender a categorías más altas, hicieron que esas vacaciones de ensueño parecieran cada vez más lejanas.
La frustración de Hope y William no es un caso aislado. Los clubes vacacionales, la evolución moderna de los tiempos compartidos, han sido blanco de numerosas críticas por sus prácticas de ventas agresivas y contratos difíciles de entender. Aunque algunas personas encuentran valor en estos programas, muchos otros, como los Gagnon, sienten que han sido engañados y atrapados en una maraña de cargos y condiciones injustas.
El Efecto Engañoso del Nombre y la Marca
Lo que terminó convenciendo a la pareja fue el nombre Hyatt detrás del club. Hope y William, como muchos otros consumidores, confiaron en la reputación de una marca de prestigio. Hyatt administra UVC, obteniendo ingresos por tarifas y regalías, y para muchos, el hecho de que una empresa tan reconocida estuviera detrás del club fue el elemento que les dio tranquilidad. Pero entre las muchas páginas del contrato había una cláusula importante: la membresía estaría regida por las leyes de Panamá, algo que ni Hope ni William habían notado al momento de firmar.
El atractivo de una marca reconocida y las promesas de lujo suelen ser herramientas poderosas para convencer a las personas de compromisos financieros significativos. En el caso de Joe Robinson, un mecánico de Luisiana, el nombre Hyatt también fue un factor decisivo. Su familia, acostumbrada a hospedarse en hoteles y moteles mientras su hija competía en torneos de softbol, pensó que UVC sería una forma de garantizar alojamiento de calidad y lujo. Sin embargo, la realidad fue otra.
Un Modelo con profundas Contradicciones
Mientras algunos miembros están satisfechos con UVC, otros comparten historias similares de frustración. Entre los problemas más comunes están las limitaciones en la disponibilidad de habitaciones, las tarifas adicionales y los complicados procesos para aplicar descuentos. Por ejemplo, Sandi Pallas, quien se unió al club con la esperanza de disfrutar descuentos significativos, descubrió que obtener una tarifa reducida requería comparar exhaustivamente precios en línea, un proceso tedioso que no esperaba.
Las quejas sobre UVC no son pocas. Recientemente, un grupo de clientes insatisfechos creó una página en Facebook llamada “Unlimited Vacation Club = UNLIMITED PROBLEMS”, que hoy cuenta con más de 12,000 miembros. En plataformas como el Better Business Bureau (BBB), el club tiene una calificación “F” debido al volumen de quejas y su falta de respuesta a muchas de ellas, lo cual contrasta con la calificación “A+” de Hyatt como corporación.
Promesas Incumplidas
La historia de Shannon Hunter es otro ejemplo de la frustración que muchos sienten. En 2020, Shannon y su prometido, visitando un resort de UVC en Los Cabos, decidieron comprar un paquete inicial de $19,980 USD. Sin embargo, la pandemia los mantuvo alejados del resort, y cuando finalmente regresaron este año, descubrieron que casi todas sus “noches gratis” se agotaron en la reservación de una habitación básica. Cuando intentaron reservar una “habitación con acceso directo a piscina”, les dijeron que requerían un pago extra de $1,000 USD para hacer el ascenso, un costo que no esperaban.
Aun así, confiando en las promesas del club, aceptaron pagar el ascenso y firmaron un contrato de 40 años con un valor de $51,000 USD. Sin embargo, cuando intentaron reservar para sus próximas vacaciones, descubrieron que las habitaciones con acceso a la piscina no estaban disponibles sin un costo adicional de $3,000 USD semanales. Shannon, decepcionada, se dio cuenta de que estaba atrapada en un contrato que, lejos de ofrecer las comodidades prometidas, solo aumentaba su frustración y su deuda.
El Modelo Fraccionado como alternativa
Historias como las de los Gagnon, Robinson y Hunter subrayan una realidad: la promesa de lujo y acceso ilimitado a precios reducidos puede tener un costo mucho más alto de lo que se imagina al firmar. Aquí es donde el modelo fraccionado de propiedad o m{as comunmente llamado "Fractional" surge como una alternativa clara y, sobre todo, más justa.
En lugar de pagar grandes sumas de dinero por membresías que ofrecen acceso limitado y fechas bloqueadas, el Fractional permite que las personas sean dueñas de una fracción de una propiedad, sin tarifas ocultas ni sorpresas. Los usuarios de propiedades Fractional son verdaderos copropietarios, lo que significa que tienen derechos claros sobre el uso de la propiedad, con un acceso más directo y sin las limitaciones típicas de los clubes vacacionales.
Para aquellos que, como los Gagnon, sueñan con unas vacaciones de lujo sin los costos imprevistos y las restricciones de los clubes vacacionales, el modelo Fractional ofrece una opción mucho más transparente. Ser dueño de una fracción de una propiedad te permite disfrutar de todas las comodidades sin el temor de cargos adicionales o bloqueos de fechas que alteren tus planes. Además, el modelo Fractional permite una reventa más simple de la participación, lo cual es un beneficio adicional frente a los compromisos de 40 años que se ofrecen en los clubes vacacionales.
El Valor de la Transparencia
Para muchos, el sueño de unas vacaciones exclusivas puede convertirse en una carga financiera si no se investigan bien las condiciones de los contratos. Hope y William Gagnon lograron cancelar su membresía en el periodo de gracia de cinco días, una suerte que no todos tienen. Sin embargo, no todos los miembros logran escapar tan fácilmente; la mayoría quedan atrapados en contratos costosos y de difícil cancelación.
El modelo Fractional no solo brinda una alternativa viable y clara para disfrutar de propiedades de lujo, sino que también representa un cambio en la forma en que los consumidores pueden protegerse de promesas engañosas. Antes de firmar, vale la pena explorar opciones que realmente respeten tus derechos y te ofrezcan la libertad de disfrutar de vacaciones sin compromisos eternos. Para los Gagnon y muchos otros, el Fractional podría haber sido una opción más segura y satisfactoria, una lección valiosa que nos recuerda el verdadero valor de la transparencia y el control financiero en la era de los viajes de lujo.
Si quieres conocer la breve historia del Fractional te recomendamos este ilustrativo video que puedes encontrar en Youtube y que te cuenta la historia y avance del Modelo Faccionado de Propiedad:
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