Si todavía no entiendes qué es Bitcoin aquí te lo explico.
-Estamos sentados en el parque y sólo estamos tu y yo.
-Tú tienes una manzana y me la das a cambio de 1 dólar.
-Ahora tú tienes un dólar y yo tengo 1 manzana
Eso fue simple, ¿verdad?
Miremos de cerca lo que sucedió:
Tu manzana y mi dólar fueron intercambiados de mano a mano, ambos sabemos lo que sucedió, ambos fuimos testigos y por esa razón no necesitamos una tercera persona allí para ayudarnos a hacer la transferencia.
No fue necesario invitar al tío Samuel (que, por cierto, es un excelente abogado) para que diera constancia de que tuvimos ese intercambio.
¡El dólar es tuyo! No puedo darte otro dólar porque no me queda otro y no puedo tener posesión ni control sobre ese dinero ya que, al dártelo, el dólar dejó mi posesión por completo.
Ahora, tú tienes el control total sobre ese dinero y puedes dárselo a un amigo si lo deseas, y luego ese amigo se lo puede dar a otro amigo y así sucesivamente intercambiándose de mano en mano.
Entonces, acabamos de realizar un intercambio en persona y supongo que es realmente lo mismo, si te doy un billete de 1 euro, un cheque, una tarjeta de béisbol o mi estampa de Pokémon a cambio de otra manzana, siempre que acordemos el valor o la cantidad relativa y respectiva que creas que vale tu manzana.
-Ahora Imagina que tengo un dólar digital.
Toma, te daré mi dólar digital a cambio de tu manzana.
¡Ah! Ahora se pone interesante.
¿Cómo puedes confirmar que ese dólar digital, que antes solía ser mío, ahora es tuyo y sólo tuyo?
Piensa en ello un segundo.
Es más complicado, ¿verdad?
¿Cómo sabes que no le envié ese dólar digital al Tío Samuel como un archivo adjunto de correo electrónico primero?
¿O a tu amigo Miguel?
¿O mi amiga Linda también?
Tal vez hice un par de copias de ese dólar digital en mi computadora. Tal vez lo puse en internet y realicé un centenar de pagos con ese mismo dólar.
Como puedes ver, este intercambio digital es un problema. Enviar dinero digital no se parece nada a enviar manzanas o dólares físicos.
Los ingenieros y científicos en computación y matemáticas tienen un nombre para este problema: se llama problema de doble gasto (double spendig) . Pero no te preocupes por eso, todo lo que necesitas saber es que este problema los confundio durante bastante tiempo.
Libro de Cuentas (Ledgers)
Tal vez si utilizamos los servicios de un tercero y ponemos todo en un registro resolvamos nuestra problemática.
¡Claro!
Todo el dinero puede ser rastreado en un libro de cuentas.
Básicamente es un libro donde rastreas todas las transacciones: un libro de contabilidad o una hoja de Excel es lo más parecido.
Este libro de contabilidad, dado que es digital, podrá estar electrónicamente resguardado y supervisado por alguien que sepa llevar cuentas. Usemos un sistema centralizado.
¡Usemos un Banco!
La solución es obvia, en la antigüedad los banqueros eran los encargados de llevar los registros de ahorro y gasto de los habitantes de una comunidad.
Ellos usaban unos libros enormes y con muchas anotaciones. Quien mejor que ellos para delegarles tan importante responsabilidad.
¡Genial!
Ya resolvimos el problema de documentar la cantidad de dinero y la propiedad del mismo.
Sin embargo, hay un varios problemas:
-¿Qué pasa si algún despistado banquero registra más dinero en una cuenta?
-¿Podría simplemente agregar un par de dólares digitales a su libre antojo siempre que lo desee?
-¿Podría inventar cuentas bajo nombres que no existen en la vida real?
-¿Podría hacer movimientos muy pequeños, tan pequeños de todas las cuentas que administra y obtener sumas de dinero (centavos) de cada uno de sus clientes y aumentar sus propios ingresos sin que nadie lo note?
¡Oh!
Esto ya no es exactamente como cuando estábamos tú y yo en el parque.
¿verdad?
Ahora dependemos de un tercero para que las operaciones se lleven a cabo y además no nos queda otra que “confiar” en que su libro de cuentas no sufra alteraciones (involuntarias o intencionales) sin nuestro consentimiento.
Así que:
- ¿Cómo podemos intercambiar, resguardar y administrar nuestro propio dinero sin tener que delegar nuestro dinero a un tercero?
-¿Hay alguna manera de replicar nuestra operación de intercambio físico, solo tú y yo, pero esta vez, usando una transacción digital?
Parece un poco difícil …
La solución
-¿Qué pasa si le diéramos este libro de contabilidad a todos?
En lugar de que el libro de contabilidad viva en una computadora del banco, vivirá en las computadoras de todos nosotros de forma sincronizada, es decir que a cada cambio que hagamos en el archivo se notificará a todos y el archivo copia de todos sufrirá esa misma modificación.
Todas las transacciones de todos los tiempos y que alguna vez ocurrieron, serán registradas en todas y cada una de las computadoras de los participantes. Todos tendremos una copia fiel, exacta y sincronizada del registro.
De esta forma y con este sistema no puedes engañar a nadie.
Yo no puedo enviarte dólares digitales que no tengo, porque entonces no se sincronizaría con todos los demás participantes en el sistema. Sería un sistema difícil de superar. Especialmente si se ha convertido en un sistema realmente grande con millones de participantes.
Además, un sistema así, no estará controlado por una persona o por un grupo, ni por un gobierno o empresa, se consideraría un sistema descentralizado, así que no hay nadie que pueda decidir regalarse más dólares digitales.
Las reglas del sistema serán definidas al inicio y gracias a que el libro contable es un código abierto, nos servirá para que todos en conjunto podamos contribuir, mantener, proteger y mejorar nuestro gran libro de contabilidad, que se encuentra replicado y sincronizado por cada uno de nosotros.
Quienes lo deseen podrán ser auditores y revisores en el libro de contabilidad y asegurarse que las transacciones se ejecuten de forma correcta, tu podrías convertirte en un “vigilante/auditor” para que toda operación se cumpla de forma correcta y por realizar esta tarea de supervisión serás recompensado con una cantidad de dólares digitales.
Y ahora que ya resolvimos el tema del registro salen otras preguntas:
-¿De donde salen los dólares digitales? -¿Quien será el encargado de crear esos dólares?
Si observamos como se produce el dinero volvemos de nuevo a los Bancos, pero en esta ocasión son los Bancos Centrales los que imprimen dinero para ponerlo en circulación.
Pero ¿Qué pasa si se imprime dinero en exceso?
Si los Bancos Centrales pueden imprimir el dinero que quieran:
-¿Qué los detiene de inundarnos con dólares, euros, pesos o bolívares?
Al parecer, tener un registro muy confiable de los movimientos del dinero no está completo si no resolvemos el problema de la impresión infinita de dinero.
Impresión finita de dinero
Para resolver este problema podríamos plantear que la única forma en la que los dólares digitales pueden ser creados sea través del trabajo que realizan estos auditores/supervisores
que verifican las transacciones.
Si logramos confirmar que estos supervisores han invertido recursos y tiempo en ayudar al sistema podemos recompensarlos. La recompensa será ese dólar digital recién creado y sólo podrán crearse con el trabajo y energía que han invertido estas personas. Y de la misma forma que por miles de años ha ocurrido con el dinero antiguo (el oro) podremos crear un límite para la impresión simulando la escaces y la valoración que por siglos le hemos dado a un material que consideramos escaso e imposible de duplicar.
Este sistema existe y se llama Blockchain y utiliza dólares digitales, llamados Bitcoins que no son otra cosa que un lenguaje (protocolo) que transmite valor.
Algunas anotaciones:
1) El código es algo así como la ley para este sistema. Ese montón de instrucciones y reglas que hemos definido al principio y que es abierto (opensource) permite incluir mejoras
2) El número total de dinero se definió en el libro contable al principio. Esa cantidad es exacta y no habrá más dinero que el definido, así que el dinero será limitado y para Bitcoin solo podrán existir 21 millones de unidades.
3) Los Bitcoins serán limitados y con esa característica se parecerá al oro que por su escasez es un perfecto activo para resguardar el valor del dinero con el paso del tiempo.
4) Para generar esos Bitcoins necesitaremos a los “auditores” que para términos prácticos realizarán pruebas matemáticas que validan cada transacción y esa operación logrará extraer o producir Bitcoins así que más que auditores será mejor decirles Mineros, ya que son recompensados por realizar esa labor de validar transacciones y agregar el registro de esa operación muy parecido a la analogía del trabajo de buscar oro.
Cuando hago un intercambio de dinero (Bitcoins) contigo, todos en la red saben y son testigos que ese dinero dejó mi posesión y ahora es completamente tuyo.
Todo será actualizado y verificado por el libro contable público y gracias al código se nos enviará una copia fiel de esa transacción.
Debido a que es un libro público, no necesitamos al tío Samuel (ni a nadie más que sea testigo) para asegurar que nadie hace trampa, que nadie pueda hacer copias adicionales, ni enviar dólares dos veces.
Gracias a este sistema tendremos total certeza y seguridad de que las transacciones llegan a buen fin y nadie puede anotarse más dinero en sus cuentas.
Ahora es tan real que podemos hacer un intercambio sin necesitar al Tío Samuel.
En otras palabras, nuestro dinero, se comporta como un objeto físico.
¿Pero sabes lo que es genial?
Es digital.
Ahora podemos transaccionar con 1,000 dólares, o 1 millón de dólares, o incluso .00001 dólares.
Puedo enviarlos con el clic de un botón y depositarlos en tu cartera digital no importa si yo estoy en Tokio y tú estás en Nueva York.
¡Incluso puedo hacer que otras cosas digitales se agreguen sobre este dinero digital!
Es digital después de todo.
Tal vez pueda adjuntar algo de texto, una nota, tal vez pueda adjuntar cosas más importantes; como un contrato, o un certificado de acciones, o una tarjeta de identificación
¡Así que esto no tiene límites!
-¿Cómo deberíamos tratar o valorar estas “monedas digitales”?
Son bastante útiles, ¿no?
Bueno, mucha gente está discutiendo sobre este tema ahora mismo.
Hay un debate entre ideas económicas, entre políticos, financieros, programadores, entre empresarios, banqueros, amas de casa y estudiante, todos con opiniones diversas y aunque los escuches a todos, debes entender que algunas personas están mal informadas.
Algunos dicen que el sistema vale mucho, algunos dicen que Bitcoin no tiene valor, otros incluso te dirán que el sistema bancario actual es mejor y que nada remplazará el bello y precioso tacto de un dólar en tu mano.
Se ha comentado que Bitcoin es como el oro, pero digital, algunos lo catalogan como una moneda, otros le señalan que son algo peor que la burbuja de los tulipanes.
Muchos comentan que Bitcoin va a cambiar el mundo, otros más declaman que es solo una moda y hay quienes se atreven a predecir que gracias a este sistema los gobiernos y las fronteras dejarán de existir.
Yo tengo mi propia opinión al respecto y espero que formes la tuya.
Lo importante es que ahora sabes más sobre Bitcoin que la mayoría.
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